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¿El todo poderoso maestro de Yoga?

¿El todo poderoso Maestro de Yoga?


Varias veces he escrito por aquí o en comentarios sobre la impresión que tengo de que los maestros de yoga se han convertido en una suerte de criaturas mitológicas llenas de poderes y virtudes.

Maestros que hablan o dan cursos y talleres sobre anatomía, nutrición, espiritualidad, filosofía, rehabilitación, movimiento, mitología, psicología, meditación, budismo y ¿por qué no? Sobre prosperidad, Ángeles, herbolaria, Chamanismo (incluyendo prácticas con enteógenos) distintos tipos de mancias, paganismo, milagros, registros akashikos, thetha healing, Deeksha giving...hasta El Secreto.

Mucho de esto se lo podemos atribuir a la new age que desde los 60´s permea a muchas prácticas espirituales y que se caracteriza por tomar elementos de manera indiscriminada, a crítica y superficial de distintas practicas tanto religiosas como culturales o filosóficas (si vienen de Oriente qué mejor) inclusive si las visiones de estas se contraponen, conformando prácticas de autoconocimiento y mejora personal que muchas veces no tienen ni pies ni cabeza y que también han dado pie a la formación de varias sectas.

También ha colaborado esta idea de equiparar al yoga con un sistema de salud, y acondicionamiento físico (como resultado de la respuesta que tuvo india ante el boom de la cultura física de principios del siglo xx y de la reivindicación del cuerpo hindú ante la colonia inglesa - de lo cual ya he profundizado en otros artículos-).


Por toda esta narrativa que se ha anclado en el imaginario colectivo, la expectativa que se tiene de un maestro de yoga es alta, una especie de Gurú recipiente de una sabiduría milenaria, hábil sanador, nerd de anatomía y maestro del movimiento. Y los profesores se lo toman muy en serio. ¿Qué están haciendo para alimentar esa idea?


Ahora enfrentémonos a la realidad:

¿Es posible en realidad poseer conocimiento en todos estos campos y poder transmitirlo? ¿Es posible haberlo obtenido en un teacher training de 200, 500 u 800 horas?

Los profesores la tienen muy difícil pues en ostentan una nueva profesión y para la cual no hay una carrera Universitaria, ni tampoco regulaciones (no hay seguro, no hay prestaciones, no hay retiro) que se mueve entre el Bienestar (industria wellness) la espiritualidad, el deporte, el autoconocimiento y la rehabilitación. Una locura.

Los profesores están en un lugar donde su practica física, espiritual, profesión y negocio se juntan cuando claramente todo esto no puede convivir tan en paz.

Seamos honestos:

¿Cuántas veces han terminado un Teacher Training sin tener la mínima idea de cómo implementar todo lo que han aprendido? ¿Cuántas sin idea de cómo dar clases? Con muchas horas de filosofía, pero nada de anatomía o al revés. O muchas horas de anatomía sutil y poco movimiento, o muchas horas de anatomía pero nada de biodinámicas. Es que es demasiado abarcar. O quizás saliste desconcertado porque no tenias una practica previa y aún así te aceptaron.

Los teacher training nacieron en las décadas de los 80-90, de la necesidad de algún reconocimiento oficial (certificado) que tenían los occidentales que viajaban a india a estudiar, estos Occidentales luego empaquetaron ese conocimiento en un standard de 200 horas y lo hicieron replicable y vendible. Hoy en día esto se ha convertido en un monstruo de muchas cabezas (pero eso es otro artículo).

Todo mundo se queja de estos entrenamientos de los cuales salen maestros como pan caliente ¡Pero eso es lo que hay! Nadie que conozca personalmente proviene de la antigua transmisión de maestro a alumno.


Y si bien existen formaciones mas completas por mucho que lo sean, ninguna se puede equiparar a tener la carrera en psicología, terapia física, danza, nutrición, ciencias del deporte, medicina; tampoco se equipara a llevar una practica espiritual dentro de una tradición y cultura y estar embebido en ella.

¿Cuántas veces se han sentido insuficientes y han tomado una certificación tras otra, tras otra, tras otra? Teniendo que invertir mucho dinero y quizás viajando.

Lo curioso es que ni así el discurso cambia, se siguen repitiendo formulas discursos, frases que a estas alturas ya son huecas.

Quiero aclarar que no estoy criticando la idea de ser multidisciplinarios, uno puedes ser multidisciplinario, renacentista, tener diversos intereses, pero no se puede tener maestría en todo, ni se debe hacer de todo un producto.

¿Qué se debe hacer?

Quizás replantear los alcances y limites del maestro, ser mas honestos, coherentes y humildes en cuanto a nuestra formación. Sobre todo los límites, no pretender invadir campos que no nos competen o para los que no estamos preparados. (como dar consejos de cualquier cosa que se les ocurra, nutrición, salud mental, etc.)

Hacernos preguntas aunque sean incomodas ¿Por qué se espera que un maestro de yoga sea un master de anatomía? ¿Se esperaría lo mismo de un `profesor de karate o tal chi?

Tener conversaciones con nuestros pares, aunque sean difíciles, abrirse al dialogo y abandonar el dogma.

El panorama es muy difícil, ante la creciente oferta y especialización de los cada vez más numerosos estilos de yoga.

Quizás sea momento de hacer un alto, abrirse a la calma y respirar profundo, abrazar y honrar los limites, porque nos enseñan cosas importantes. Nos humanizan y nos rescatan de ser meros instrumentos de un mercado voraz al que alimentamos dia a dia con nuestro tiempo y nuestras vidas.


Leo sus ideas y comentarios.


Gina González.


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