¿QUÉ TAN ANTIGUO ES EL YOGA POSTURAL? A raíz nuestra ultima publicación sobre ¿A quién pertenece el yoga? Me decidí a desempolvar esta publicación que hice hace mas de un año para Tenemos que hablar del yoga. Le hice algunas modificaciones pero la escencia es la misma. Mi intención es por un lado abrir una conversación necesaria y por otro recomendar un libro que me parece esencial para el entendimiento de lo que hoy se practica como yoga.
Amigos, TENEMOS QUE HABLAR DEL YOGA. "YOGA BODY" I Cada que le preguntamos a un profesor de yoga en la actualidad ¿Qué tan viejo es el yoga? Sin dudarlo nos va a contestar que el yoga tiene una antigüedad de más 5000 años. Este discurso se ha repetido hasta el cansancio sustentado por el hallazgo del sello de Pashupati, encontrado en las ruinas de la antigua ciudad de Mohenjo Daro (lo que hoy conocemos como Pakistan) y qué supuestamente representa al dios Siva sentado en algo parecido a Padmasana (la postura clásica de meditación yogui). Pero conforme este sello se ha estudiado, se reconoce que hay pocos elementos o ninguno para hacer tal aseveración. En el 2010 Mark Singleton dio su respuesta a esa pregunta con su libro "Yoga Body", el cual vino a estremecer a la industria del yoga, pues muchas de las escuelas se amparan en el discurso de su antigüedad milenaria para legitimar tanto sus enseñanzas como su linaje. Lo que Singleton plantea en su investigación es que el yoga postural como hoy lo conocemos y practicamos es más bien un homónimo y no un sinónimo de lo que planteaba la mítica figura de Patañjali, según Singleton el yoga postural que practicamos le debe mucho más a Occidente de lo que a cualquier profesor le gustaría admitir. En su libro nos cuenta cómo la practica de Asanas se desarrolló como parte de un movimiento nacionalista como respuesta al boom de la cultura física de las primeras décadas del siglo 20, tomando ejercicios que servían para el entrenamiento militar, como la gimnasia sueca, las gimnasias espirituales, la danza contemporánea femenina, el contorsionismo; y créalo o no con una fuerte influencia de la YMCA (de filiación cristiana). También habla de cómo Krisnamacharia desarrolló sus series (las que hoy conocemos como Ashtanga vinyasa yoga) entrenando a adolescentes y pensadas para esos cuerpos. Aquí va un ejemplo: En las ilustraciones (tomadas del libro " Yoga Body") podemos ver la comparativa entre las fotos de Thomas Dwight que aparecen en "The Anatomy of a Contortionist" de Abril de 1889 y las fotos de BKS Iyengar que aparecen en "The Light on Yoga" publicado en 1966 (el cual es tomado como base incuestionable por muchos practicantes). Saquen ustedes sus conclusiones.
Las posturas que hemos venido practicando sin cuestionarnos un ápice durante años y que nos han sido enseñadas como una panacea no son milenarias, se han ido construyendo y adaptando conforme el paso del tiempo. El problema es que esta idea no nos encanta y a muchos les shockea, pues es más fácil legitimar una disciplina con el discurso de que es milenaria y que cada postura tiene alguna propiedad que a veces raya en lo mágico, pero ¿nos atreveremos a discutirlo? Es difícil , pues la práctica como hoy la conocemos se centra en las posturas, eso es toda la práctica en muchos casos,pero conserva el discurso de ser una filosofía, aunque la filosofía es una conversación constante, si bien no se refuta como la ciencia, si se amplía la conversación y se critica. En el caso del yoga es difícil y la conversación muchas veces se vuelve dogmática, a fuerza de repetir conceptos y discursos sin cuestionarlos. Por ejemplo: ¿cómo esperamos que una disciplina que se alimentó de técnicas físicas performativas como el contorsionismo sea inocua e incuestionablemente terapéutica? ¿Cómo planteamos alcanzar un nivel espiritual, regulación de emociones, mejoría mental y física tan sólo haciendo posturas?
Este libro sólo fue un detonante, para iniciar una discusión mundial sobre qué estamos haciendo realmente cuando creemos que hacemos yoga, muchos profesores inclusive han cambiado el nombre a sus clases en pos de la coherencia, muchos han conservado el nombre de yoga para poder llegar a mas gente, pero estoy convencida de que mucha más gente adoptará un discurso más coherente muy pronto. También han surgido proyectos de estudio como WAWADIA (What are we actually doing in asana? de Matthew Remski, que se enfoca en el estudio de las asanas y las lesiones relacionadas a la práctica de estas.
El panorama de lo que hoy llamamos yoga está cambiando mucho. Les dejo el link del libro:
Por favor absténganse de: 1: Querer explicarme mi propia publicación. 2: Explicarme qué es el verdadero Yoga, es muy claro que estamos hablando de las
posturas.
Nosotros aqui en México ¿Ya estamos listos para iniciar esa conversación? ¿Cómo enriquecería esta conversación la enseñanza? ¿Qué cosas cambiarían?
Dejen sus comentarios, amigos.
Gina González.
Comments